12 jun 2016

La mujer con piel de rinoceronte


Aspiro a ennoblecer la fotografía, a darle el tenor y los usos propios de las Bellas Artes, combinando lo real con lo ideal, sin que la devoción por la poesía y la belleza sacrifique en nada la verdad"
Julia Margaret Cameron 31 de diciembre de 1844 


"Esta es la historia de una gran mujer y una  maravillosa artista. Julia nacío en el año 1812 en Calcuta, en  el seno de una familia aristocrática anglo-francesa, su padre era oficial ingles en la East India Company, pero fue  en Francia, que era el país de origen de su madre,  donde recibió gran parte de su educación. 
Después viviría en el cabo de Buena Esperanza, Sudáfrica, donde conocería al astrónomo John Herschel, que fue quién más adelante la introdujera en la fotografía, enviándole muestras del nuevo invento en 1842, Herschel sería amigo y mentor de por vida de Julia. En aquella estancia en Sudáfrica se casaría con  Charles Hay Cameron, tras una década en la India, la familia Cameron se traslada a Inglaterra, al pueblo de Freshwater en la isla de Wight. Fue en la Inglaterra Victoriana , llamado así por el reinado de Victoria (1837-1901) sería el lugar donde Julia se convertiría en fotógrafa y desarrollaría  toda su carrera. 

En 1863, a la edad de 48 años, recibe un regalo de su hija y de su yerno: su primera cámara fotográfica para combatir el tedio de su día a día " Quizá te divierte madre intentar hacer fotografías durante tu soledad en Freshwater"  Desde el momento que recibió aquel regalo familiar , y prácticamente hasta que abandonó Inglaterra  para trasladarse a Ceilán con su marido en 1875, Julia se vuelca en la fotografía con una energía y dedicación inagotables  transformando su gallinero  en un estudio fotográfico. Había encontrado la manera  de plasmar su pasión por la belleza. Y lo hizo en un momento que la fotografía  buscaba sobre todo la representación fidedigna del mundo y no tanto la facultad de expresar ideas, que era más propia de la pintura."

Lo más interesante de Julia es como había cruzado el límite que separa al amante del arte del creador, se transformó en la defensora de la fotografía como arte , su gran fuerte voluntad y gran talento la convertieron  en el tiempo  en uno de los nombres más importantes e innovadores dentro de la fotografía del siglo XIX .

Julia poesía  tal tensón, tal coraje y tal pasión que fue la mejor promotora de su propia obra, en la que confiaba tanto a pesar de las duras y terribles críticas que tuvo que aguantar por su técnica y estilo que cosechó desde muy temprano nada convencionales para el momento. Ella quería electrizar y sorprender 
" nunca se han hecho fotografías como éstas y nunca serán superadas" escribía  en una carta a su gran amigo y mentor John Herschel. A la vez fue muy autocrítica y buscó siempre mejorar sin renunciar a su estilo que tan fieramente era  atacado por la mayoría de los fotógrafos. Ella se decía - ¿Que es el foco y quién tiene derecho a decir cuál es el adecuado? Es decir, que al enfocar y dar con algo que a mis ojos resultaba bello me conformaba, sin pararme a ajustar la lente en busca de esa nitidez en el enfoque que tanto perseguían los demás fotógrafos. Julia buscaba retratar el alma de los retratados, revelar los detalles más profundos de la persona que llamara su atención.  Ella escogía a sus retratados y no al revés. Procedían en su mayoría de su entorno domestico o de su activa vida social.  Por su objetivo pasaron diversas personalidades como el científico Charles Darwin o el poeta Alfred Tennyson. Eran retratos de frente, sin fondos para centrarse en los primeros planos, la iluminación de los rostros y las expresiones faciales soportaban todo el peso de la imagen. Su particular visión de la fotografía evolucionó hasta el punto de utilizar el retrato para describir ideas y contar historias, trasladaba temas puramente pictóricos a su universo imaginario. Ella filtraba en sus fotografías todos sus gustos e inquietudes: desde fantasías, escenas religiosas ( ella era cristiana católica) a pasajes literarios de la mitología. 
Para comprender y entender la obra de Julia, es importante entender como abordó los aspectos técnicos. Ella tal fue la primera persona que tuvo la inteligencia de ver que sus errores eran sus exítos, y a partir de ahí sus retratos sistemáticamente estarían desenfocados. En aquella época el método habitual  era la realización de copias fotográficas en papel a partir de los negativos formados en unas placas de colodión húmedo. Se trataba de una técnica compleja, que exigía pericia y rapidez en todo el proceso de la toma fotográfica, que precisaba mantener húmedas esas placas. Con frecuencia éstas recogían marcas  de arañazos, raspaduras o motas de polvo, que después se transferían al papel mostrando imperfecciones en la imagen final. Ella aceptaba la presencia de esos pequeños accidentes que hoy día se consideran tan característicos de su producción. En su época fueron frecuentemente criticados y considerados como descuidos desde la prensa especializada en fotografía. Ella poseía una inteligencia emocional tan brutal que llegaron a decir que era  la mujer con piel de rinoceronte. 
Cameron inicio el camino hacia la consideración de la fotografía  como una nueva expresión artística, abrió vías poco explotadas hasta entonces en el medio de la fotográfico, influyendo de manera irreversible  en generaciones futuras.  






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